Hago el recuento y desde que te conocí, sabía que iba a pasar algo eterno por nosotros, no quiero exagerar, pero llegaste a mi vida como se llegan las tormentas impredecibles, aquellas que ni los expertos en clima divisan, sin en cambio, tú no fuiste tormenta que llega y destruye, más bien te viniste a instalar en mi como un clima nuevo, como la otra cara de la luna, como un milagroso rescate después de tantos años perdidos.
Visitas
Sin Obstáculos.
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Creo que tenés razón, la culpa es de uno cuando no enamora y no de los pretextos ni del tiempo.
Mario Benedetti
¿Y ahora qué?
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Ya no hay cigarrillos, he dejado de fumarlos desde hace tiempo, cuando te esfumaste con el último.
Entre distancias...
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La distancia siempre es un buen pretexto para escribirte, para escribirle al viento y a todo eso que uno extraña cuando se está lejos, lejos de los caminos ya casi siempre recorridos, y así lo hago, te escribo aunque sabes que lo hago diario, que te escribo con el pensamiento, te describo con la boca, te beso con este suspiro veraniego, pero no lo hago como ahora con recelo, recelo de aquel viento que seguro te besó la cara hoy, recelo de toda la gente que pudo mirarte el rostro, de quien te tomo de la mano, de quien te habló de algo sin sentido, recelo de todo lo simple que me pierdo por la distancia , te escribo, te proclamo en letras por que la noche lo amerita, por que la distancia lo exige, por que el recuerdo de la caricia de tu mirada me hace falta, porque la distancia comienza a quemarme, pero de frío, de éste frío que no hace, y que sólo yo siento, cuando estamos lejos.
Tren sin retorno
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Luciérnagas
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Perdí el rumbo de las luciérnagas en el viejo noviembre
Borré los pasos y congelé las calles con el vacío de mi mirada
Desaté mi torso del tuyo y me quedé pegada al suelo...
Si me preguntas dónde estoy, no lo sé, yo aún no me encuentro...